Parece ser que tengo un cuerpo muy frágil, debe de ser que
consumir gluten durante casi toda mi vida no me ha hecho bien. Sea por eso o
no, lo cierto es que a pesar de esas súper-zapatillas con súper-amortiguación
que usaba, finalmente me rompí del todo y tuve que dejar de correr. Quizás eso
fue lo mejor que me pudo pasar porque soy tan cabezota que no dejo de intentar
algo hasta las últimas consecuencias y si hubiese podido seguir mal-corriendo
lo hubiera hecho.
Una de las cosas buenas de caer muy abajo es que llegada esa
situación lo único que puedes hacer, en el caso de que decidas hacer algo, es
levantarte. Una vez en el suelo, cuando al intentar ponerte en pie notas que
las piernas embutidas en tus flamantes y caras zapatillas no son capaces de
aguantar el peso de tu cuerpo, es posible que recuerdes a esos locos que corren
descalzos sobre los que un día leíste algo en Internet y decidas ver qué pasa
si te quitas las zapatillas. Eso fue lo que me pasó a mí.
Al principio yo era la loca que corría descalza durante
apenas dos minutos. Ahora soy la “super-mujer” que puede correr una media
Maratón con sandalias. Ni una cosa ni la otra. Soy la misma corredora modesta
que sólo aspira a disfrutar corriendo.
Muchas de las personas que me rodean han pasado de
considerarme una chalada por correr así a pensar que soy una persona
especialmente dotada para ello y que por eso puedo hacer algo vetado a la mayor
parte de los mortales. No me canso de decirles que cualquiera puede hacerlo, pero no me creen.
Y eso es lo que predican desde su Web los chicos de Cualquiera puede hacerlo. Una página que
sigo desde hace tiempo porque me gusta lo que dicen y cómo lo dicen. Los
considero una referencia básica del barefoot
running en español.
El pasado febrero en Montilla, Córdoba, se organizó el I
Encuentro de Corredores Descalzos Minimalistas. Fue un gran acontecimiento, no
ya porque nos juntáramos compartiendo espacio y tiempo minimalistas de todo el
estado, sino porque había también muchos corredores no minimalistas pero
deseosos de saber más sobre el tema. Allí estuvo Santi Ruiz de Cualquiera puede hacerlo demostrando que
cualquiera puede correr descalzo y que él incluso puede correr una maratón en
menos de 3 horas.
Aquella bonita experiencia fue posible gracias al trabajo de
muchas personas, con Pepe Roldán al frente y con la presencia de los miembros
de Cualquiera puede hacerlo.
Hoy, a poco más de dos meses de aquel encuentro, tengo el
honor de anunciar que he comenzado una relación de colaboración en la web de Cualquiera Puede Hacerlo. Nada mejor
para empezar que un artículo sobre los huaraches Masli de Pies Sucios que me
traje precisamente de Montilla. Espero que os guste.
Es curioso lo blanditos que nos vemos al correr descalzo, pero igualmente es descubrir como podemos dejar de serlo :)
ResponderEliminarMuchas gracias por las referencias a nosotros, a nuestra web y a mí, todo un detalle.
ResponderEliminarEl honor es nuestro al poder contar con tus aportaciones.
Espero que sigas con esa progresión tan tremenda que llevas y contagiando tu entusiasmo. Y por supuesto, corriendo descalza!!
Un abrazo.
Muchas gracias por las referencias a nosotros, a nuestra web y a mí, todo un detalle.
ResponderEliminarEl honor es nuestro al poder contar con tus aportaciones.
Espero que sigas con esa progresión tan tremenda que llevas y contagiando tu entusiasmo. Y por supuesto, corriendo descalza!!
Un abrazo.
GABRIEL : Hola quisiera preguntaros, si teneis experiencias de corredores/as con pies cavos o planos, yo uso plantillas para pie cavo y no se que pasaría si empezará a correr descalzo :( . Gracias
ResponderEliminarHola. Soy Phi, la otra escritora del blog, aunque habitualmente me suelo dedicar más al de dieta.
EliminarTengo los pies cavos y he llevado plantillas muchos años. Las dejé hace unos 6, cuando comencé a usar otro método para corregir la posición de los huesos del pie (una especie de cintas), pero incluso esas las dejé también cuando empecé con el minimalismo.
Desde que llevo zapatillas o zapatos minimalistas tanto para el ejercicio (yo no soy tan deportista como Pesque) como para el resto, no me duelen los pies ni las rodillas (mi punto débil). Además tampoco tengo dolor en la zona de los metatarsos por hundimiento del arco anterior, algo que a casi toda la gente con pie cavo nos ocurre.
En cambio, hace dos semanas saqué las zapatillas de estar en casa de invierno, que no son mínimas, y en pocos días empezaron a dolerme las rodillas y las caderas. Ha sido dejar de llevarlas e ir por casa con calcetines y desaparecer las molestias.
Aun así, en casos extremos, no digo que no haga falta algún elemento de corrección, pero te recomendaría que buscases un fisioterapeuta, podólogo o similar que supiese de minimalismo.
Gabriel :
ResponderEliminarHola Phi , gracias por tu respuesta. la semana que viene voy a Madrid a ver si me paso por la tienda de los five fingers y me pillos unas de transición y unas five , y poco a poco voy reeducando mis piernas, que me fríen a calambres habitualmente cuando corro y creo que puede deberse a los zapatos y la forma de pisar , al menos eso espero :).
En navidades a la playita a probar ya cuento aqui si va bien la cosa o no .
Un salu2