Locos por correr

El pasado 14 de marzo apareció en el periódico catalán El punt Avui+ una mini entrevista a Pesque en la sección Ç cetrencada, escrita por estudiantes de periodismo de la Universitat Pompeu Fabra. El artículo está dedicado al aumento de la afición por la práctica del atletismo popular y hace especial mención de dos modalidades más o menos nuevas y "raras": el canicross y el barefoot running.

Aunque Internet está llena de webs sobre barefoot running y en diferentes páginas dedicadas a deporte aparecen periódicamente información sobre zapatillas minimalistas en la prensa generalista no suele ser habitual, y menos aún en la escrita.

Aunque el artículo también habla del aumento del número de corredores y entrevista a un practicante de canicross, solamente voy a traducir la parte en que se trata el minimalismo.

Barefoot running. Fina González después de
correr descalza por el paseo marítimo de Gavà.
por Àlex Ramis

"Lo disfrutas más: 

notas el suelo, 

las diferentes texturas 

y es agradable" 

Fina González

Locos por correr

Un deporte en auge

por Paula Montañà y Cèlia Muns

Barefoot running

Correr con el perro no es la única modalidad nueva que ha aportado la fiebre por correr. El barefoot running y el minimalismo también están en auge. Se trata de hacerlo de la manera más natural posible, es decir, descalzos o con una suela lo más fina posible. Buena parte de este éxito se debe al libro Nacidos para correr del norteamericano Christopher McDougal, en el que descubre a los corredores tarahumaras de México, capaces de recorrer grandes distancias utilizando unas sandalias de suela muy ligera llamadas huarache.

"La gente descalza cambia automáticamente la manera de correr, el cuerpo se adapta y el movimiento sale espontáneamente". Fina González es administrativa de Servicios Sociales. Comenzó a correr descalza después de padecer diversas lesiones. Para ella, el minimalismo y el barefoot running supusieron la solución a años de lesiones constantes. "Ahora me estoy acercando a lo que yo recordaba que era correr antes de tener tantos problemas; he pasado de no poder ni caminar a subir a un podio". Hay quien se quita las zapatillas por la filosofía que hay detrás: volver a los orígenes y sentir el contacto directo con el suelo. Pero hay otros que lo practican simplemente por los beneficios físicos que notan. Con las zapatillas deportivas clásicas, que tienen unos milímetros de tacón e incorporan amortiguación, los pequeños músculos del pie se debilitan, el tendón de Aquiles se acorta y "el cuerpo ya no está preparado para hacer una cosa tan natural como correr".

Recientemente, dentro de las carreras tradicionales, se comienzan a tener en cuenta las categorías de corredores descalzos y minimalistas. En este caso, España también va a remolque de otros países. En los Estados Unidos la cultura de correr descalzo no es algo extraño y cuenta con mucha participación.

Cómo puede afectar el ejercicio intenso a nuestra salud

La decisión de correr suele estar motivada por la salud y por querer combatir una vida demasiado sedentaria. Sin duda, la frecuencia, la intensidad y la técnica son factores que determinaran el impacto que el deporte tendrá en nuestro organismo.

Correr libera tensiones, estrés; limpia los pulmones y las arterias, refuerza los músculos, y relaja el cuerpo. Pero se tiene que hacer con cabeza y mesura. Como explica el doctor Juan N. García-Nieto, director de IMESPORT Medicina Esportiva de la clínica Teknon: "Si no has hecho deporte hasta los 40 años y te pones a correr, lo tienes que hacer bien. Por eso hace falta asesorarse con el médico y, en el aspecto mecánico, también pensar en las zapatillas que necesitas".

Las lesiones más habituales son las tendinitis del tibial anterior, del peroné o del pie. Por eso es importante llevar un calzado adecuado para evitar la sobrecarga y las malas posturas. Aun así, para huir de estas lesiones hay una opción alternativa: correr descalzo. Según un estudio de la Universidad de Harvard, los barefoot runners reducen el impacto que recibe el pie de manera espontánea y a la vez fortalecen la musculatura.

Además de los problemas musculares, el deporte intenso puede provocar fibrosis y arritmias cardiacas. En el sistema respiratorio, una mala práctica también entraña problemas. Cuando respiramos inhalamos entre medio y un litro de aire y haciendo ejercicio esta cantidad aumenta. Si hacemos entrar el aire por la boca, las partículas nocivas no se encontrarán con el filtro nasal y podrían provocar asma. En este sentido, el doctor García-Nieto dice que "es bueno correr por zonas más aireadas y las mejores horas de entrenamiento son las de la primera hora de la mañana, cuando el aire está más limpio".


Es un artículo sencillo pero correcto y sin sensacionalismos, algo habitualmente difícil de encontrar en los artículos escritos por periodistas "profesionales".